Validar que las cifras presentadas en los libros contables sean correctas.
Contar con un inventario físico actualizado que permita disponer de información para:
Deslindar responsabilidades sobre el uso y la custodia de cada activo fijo.
Permitir en control financiero, ahorro y cumplimiento normativo.
Poder elaborar planes de mantenimiento preventivo y disminuir estos gastos.
Tener la información y bases suficientes para un mejor control interno.
Disponer de la información completa para procesos notariales y de reevaluación de activos fijos.
Obtener una valuación correcta y detallada de cada activo fijo.
Entre otros requerimientos específicos solicitados por los directivos de la empresa.